Sacha Haillote

Sacha Haillote, formada en Camondo y con una loca energía creativa, anhela la libertad, los retos que se propone elegir. Luego se sumerge en el arte, de cabeza, con los ojos bien abiertos, la mente aguda y la conciencia alerta.

El estudio de la arquitectura le permitió estructurar su pensamiento, dominar sus impulsos para expresarlos mejor.

Esculturas, instalaciones, fotos, videos, Sacha Haillote maneja la metáfora y el desvío para hacer hablar a la materia. Con infinita precisión, juega con formas y texturas para cargarlas mejor de significado. Esta energía burbujeante que la anima se expresa con control y detalle. Capta la relevancia de lo diminuto en este gran conjunto que la rodea: en un impulso espontáneo, recupera, recoge, acumula, acumula sin cesar, para que un fin sea un comienzo.

Materializa sus emociones a través de obras proteicas, a través de múltiples y curiosas inspiraciones, analiza, reacciona, traduce la esencia y significados de la vida.

Ultrasensible, captura tanto el átomo más pequeño como la belleza manifiesta, y todo lo que es perceptible a la vista. Un ejemplo: pieza "Maevak" realizada en 2016, donde la mujer es una amazona, luchadora, guerrera, valiente, llevada por este cúmulo de cables eléctricos que son su fuerza, o "Frida" realizada en 2018, retrato de Frida Kahlo revisitado, en colores y joyas resinosas donde el brillo expresa feminidad, belleza y alegría.

Sacha Haillote expresa sus convicciones y sus favoritas con un poder sereno y un humor vibrante al que se opone seriamente. Si admite amar la parte lúdica de su arte, es sin duda para suavizar y embellecer la fuerza que la anima.