Presentación
Kashink, una de las pocas chicas muy activas en el movimiento del arte callejero / graffiti, es una persona atípica. Suele llevar bigote, pinta enormes figuras proteicas con múltiples ojos, o calaveras mexicanas, todo con un estilo gráfico muy colorido, lejos de las referencias tradicionales del grafiti femenino femenino.
Su obra, que se inspira tanto en sus orígenes eslavos como hispánicos, el Pop Art y la ilustración narrativa, está muy presente en las calles y en las galerías donde expone con frecuencia. Cada vez es más solicitada para presentar sus obras en el extranjero (Canadá, Estados Unidos, Europa) y pintar las paredes de ciudades europeas, en particular Londres, Viena, Ibiza, Bristol, Madrid, Berlín y París donde vive.
Kashink reivindica una pintura comprometida, bajo el principio de que pintar en la calle permite transmitir mensajes reales a gran escala. Entre los temas que le son más cercanos, encontramos temas tabú en nuestra sociedad, como la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la homosexualidad, la religión, la finitud ... Ella regularmente crea frescos por la igualdad. Derechos (Act Up) y actúa de forma voluntaria para asociaciones como La Voz del Niño y Emmaüs. Quiere que el arte callejero siga siendo un acto militante.
Definitivamente libre e independiente, es poco común en el ámbito editorial y de las galerías, pero el apoyo de FRAG con su evidente y auténtica relación con la calle convenció al artista.