Jeanne-Sarah

Formada en ENSAAMA Olivier de Serres en cerámica y en diseño de productos, luego en química del esmalte con Hélèna Klug y en cine con Thierry Fouquet, enseñó artes aplicadas durante un tiempo antes de abrir su taller en Finistère, en Pont Coblant Pleyben, en 2010.

Después de mucho esfuerzo por lograr un dominio técnico y clásico de la química del esmalte y la forma habitual, finalmente volvió a sus primeros amores: el modelado y el torneado. Jeanne-Sarah es una moldeadora, una modeladora.

La elección de la piedra arenisca es intuitiva, más sensible que técnica. Afectuosa con lo que queda de crudo y franco, sobre todo cuando es chamota, Jeanne-Sarah da a esta arcilla un aspecto que no es el que tradicionalmente se le da: en lugar de la pesadez y la rusticidad que le damos, la lleva hacia ligereza, movimiento, finura obteniendo así un resultado que no sólo es sofisticado y delicado como lo sería el porcelánico, sino que el gres conserva su rugosidad, su carácter.

El encaje, a menudo presente, se considera el símbolo de tradiciones ancestrales, de delicias anticuadas. Transpuesto a la arcilla, se puede desviar, reinventar, sacudir. Parece dispuesto a moverse, a desplegarse, menos fijo, es diferente, más vivo, menos delicado, más áspero y más contemporáneo.

Los hilos creativos de Jeanne-Sarah son lo femenino y la expresión del movimiento, entre representación o evocación, jugando con la dualidad: crudo/refinado, material/suave. Como un intento de conciliar gracia y poder, delicadeza y espontaneidad...