“Mi pintura es instintiva, me resulta incómodo o incluso imposible hablar de ella”.Figuras del caos se manifiestan en la obra de Arnaud Castagne, perturbando nuestra vida cotidiana pacífica y tranquila. Personajes en suspenso, antagónicos, heridos, esperando una respuesta, un alivio o simplemente, la esperanza de otra humanidad, sin rostro, sin vida ni muerte.Una atmósfera extraña que emerge a través de la mirada vacía y llena de preguntas, melancolía o tal vez rabia. Una explosión de sensaciones un tanto heterogéneas que arrancan la piel a sus personajes.Sin embargo, estas pequeñas criaturas no son nuestros enemigos, están ahí, preocupadas, solas, esperando una esperanza lejana, o una compañía. Somos bienvenidos en este mundo sensible y profundo de sus personajes oscuros, temiendo la luz, encontrando refugio en la oscuridad.