Bruno Lemée, nacido en 1963, es descendiente del pintor Georges Seurat. Se interesó por el arte desde muy temprano y visitó muchos museos, en particular el Louvre, lo que le permitió desarrollar su gusto por la expresión de la vida. Después de trabajar en el dibujo, se dedicó a pintar paisajes, reales e imaginarios. Mais c'est dans la sculpture que Bruno Lemée trouve son moyen d'expression de prédilection, alliant les enseignements qu'il a acquis par le dessin et la peinture – en particulier le sens du tracé et de l'observation – au travail de la materia. Inspirándose en la naturaleza, de la que extrae sus modelos y materiales favoritos, utiliza como base de su trabajo un hilo que viene a materializar la línea del diseñador. Luego trabaja en formas y equilibrios, a veces llenando los volúmenes así creados con madera flotante. Este juego de formas y materiales da como resultado su representación de lo vivo, humano y animal, real e imaginario.