Anna Ahmatovic

Anna Ahmatovic nació el 10 de marzo de 1985 en un pequeño pueblo de Kazajstán. Siendo una niña de 9 años, llegó a Alemania con sus padres y dos hermanas en 1995.

Tras muchas dificultades, como las barreras lingüísticas y los problemas de salud, se abrió camino hacia el éxito profesional y sanitario.

Aprendió en Lübeck y más tarde se trasladó a Hamburgo para comenzar su formación y trabajo.

Había enorgullecido a su familia, pero sentía que, a pesar de todo el éxito y las metas, le faltaba algo.

Como de pequeña pintaba cada minuto libre, decidió retomar la pintura en su tiempo libre. Compró lienzos y pinturas. Volvió a estar en su elemento y le quedó claro que tenía que hacerlo profesionalmente, porque ¿qué trae el éxito cuando el alma vive en la añoranza?

Este paso no fue fácil porque, en contra de su educación conservadora, ser artista estaba descartado. Pero se atrevió y cuando pudo decir oficialmente "Soy una artista" se dirigió a sí misma y se sintió cómoda y supo que sí, que era ella, con su cabeza, su corazón y su alma.

Por eso sus obras se caracterizan por ser mujeres que desprenden fuerza, confianza en sí mismas y carisma.

Sus obras abstractas se construyen siempre de forma muy masiva con arena y yeso. Las distintas capas tienen que secarse durante varios días antes de poder seguir trabajando en ellas.

También hay algunas obras de leones, que están dedicadas a su fuerte y cariñoso padre.

Todas las obras de arte reflejan su actitud hacia los sueños y las metas en la vida.

Tienes que luchar por tus objetivos, ser fuerte y no rendirte nunca. Porque cada nuevo intento es una nueva oportunidad, las obras deben recordarlo y motivar al espectador.