Ruben Grigorian

Las pinturas refinadas de Ruben Grigorian resuenan con un significado simbólico. Su elección de temas es arbitraria: pintará una cabeza de cabra, un trozo de pintura renacentista, un trozo de carne cruda o una puerta cerrada. Dentro de un orden compositivo geométrico, permite que los significados dispares de sus temas reboten entre sí.

Grigorian ha perfeccionado su habilidad como pintor, y cada lienzo refleja su virtuosismo en la interpretación. Pero un significado completo para cada imagen sigue siendo difícil de alcanzar; sus yuxtaposiciones surrealistas parecen irracionales, eléctricas e incluso irónicas. Compara sus obras con la trayectoria física de una mirada.