Sophie Carrier

Sophie Carrier tiene casi 35 años de práctica artística. Su obra ha sido objeto de varias exposiciones individuales y colectivas.
Sus obras aparecen en varias colecciones privadas.

ENFOQUE ARTÍSTICO

Cuando pinto, es ante todo la búsqueda de un estado; sentimiento de libertad y olvido de mí mismo, lo que me motiva. Es también el deseo de crear un universo que me agrade visualmente: un mundo abundante, alegre y un poco ingenuo, alejado de cierto pesimismo morboso que percibo a mi alrededor en la cultura, los medios, el arte y que me afecta. Este universo se construye en torno al tema del jardín.
El proceso se realiza directamente sobre el lienzo, la mayoría de las veces, con el cuadro colocado plano sobre el suelo. Procedo en constante oscilación entre el azar y las elecciones. Empiezo con un elemento clave que antes me había intrigado (un pájaro, una flor), y el cuadro se construye mediante capas de accidentes provocados y elementos controlados, mezclando dibujos, collage, elementos pintados de forma realista, charcos de polímero, grandes gestos con grandes pinceles, superposiciones, transparencias, pequeños patrones, en una composición donde el vacío se codea con la plenitud, donde quiero mantener visibles las huellas de cada una de estas capas; como historia de la construcción del cuadro. Mostrar el lienzo desnudo es algo que me llamó la atención y sedujo de varios artistas contemporáneos, entre ellos François Lacasse, de quien también aprendí la idea de verter la pintura sobre el lienzo y controlarla sin pinceles, moviendo el tablero. El mundo de los niños también está omnipresente en mi trabajo. Como profesora de primaria me siento muy cerca de ellos, muy sensible a sus dibujos, a sus imágenes. Mi mundo pictórico pretende teñirse de su alegría y su ingenuidad, para hacernos olvidar mejor la dureza del mundo en el que vivimos.