Pintura Africana

Incluso si el arte africano, en el pasado, se ha manifestado más a menudo en forma de estatuas, bajorrelieves y objetos, la a pintura contemporánea está presente y es muy diversa. Muy ligada al simbolismo, la pintura africana se distingue por unos contornos y una simetría perfectos. Los países africanos practican mucho la pintura corporal, pero también encontramos objetos de madera del siglo X y bronces del siglo XIV.

Hoy en día, muchas obras de arte africanas pertenecen a coleccionistas privados. A menudo anónimas, la importancia de las obras africanas se subestima en Francia. Sin embargo, el aprendizaje es similar al que se practica en Europa: en el taller. El conocimiento se transmite mucho en la familia. De hecho, el nombre del estudio a menudo persiste más que el del artista. Si las obras no están necesariamente firmadas, los artistas pueden dejar signos distintivos.

Revelan perfectamente la concepción de lo sagrado y el significado del ritual presente desde hace mucho tiempo en África. De hecho, su primera vocación no es comercial.

Sin embargo, la creación contemporánea ha evolucionado mucho en África, especialmente en ciertas áreas como Sudáfrica, donde han surgido muchas instituciones y galerías. Las pinturas africanas contemporáneas, a menudo teñidas de humor, reflejan a la perfección los problemas que surgen en África, la colonización y la inestabilidad social y económica de ciertos países, pero también comparten una visión de África excepcional, colorida, alegre, marcada por una cultura fuerte y afirmada.

Poco a poco, Europa se familiariza con el arte africano y destaca artistas contemporáneos, como el sudafricano William Kentridge, Jacob Hendrik Pierneef, Julie Mehretu, Chéri Samba, Paul du Toit, Omar Ba, Wangechi Mutu, Meleko Mokgosi, Lynette Yiadom Boakye, Kemang Wa ...

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