Si el año 2015 nos dejó un sabor amargo; habrá tenido el mérito de (re)alimentar los debates y reforzar una convicción: las libertades de expresión y de creación deben ser defendidas a toda costa. En un mundo lleno de incertidumbres que vive al ritmo de una comunicación cada vez más frenética, especialmente visual, y que deja poco espacio a un necesario distanciamiento, el arte ofrece más que nunca un odio, la posibilidad de tomarse un tiempo para la reflexión, el cuestionamiento y, sobre todo, todo, abriéndonos a los demás... Samanta Deman Miembro del Comité Artístico de ART UP.
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