Muchas de las pinturas de Thea van Doorn (1947) muestran momentos pequeños y simples en el tiempo. Thea observa a quienes la rodean vivir sus vidas y documenta estos momentos desde su memoria de la experiencia. En esta selección de pinturas de Thea, podemos examinar visualmente la incertidumbre que se siente al vivir una crisis verdaderamente global. Esta sensación de tensión y la aparente fragilidad de la normalidad se convirtieron en preocupaciones universales durante el estallido de la pandemia de Covid-19. Es a través de esta lente contemporánea que las pinturas de Thea se sienten tan familiares, capturan nuestra experiencia colectiva. Y ahora que intentamos recuperar nuestras vidas, es saludable recordar que estamos solos con nosotros mismos y nuestros pensamientos.
Thea van Doorn produce sus obras más dinámicas cuando puede asistir a conciertos de jazz en vivo rodeada de gente. De esta manera, puede captar la música y la energía de todos los presentes. Aparte de las pinturas, crea hermosos dibujos en papel y en su iPad. Aproximadamente la mitad de las obras de esta exposición se crearon en 2020.
- extracto de la historiadora del arte Paulina Capilla, quien comisarió "Un mundo interrumpido: los intermedios visuales de Thea van Doorn" 2021
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