Como un río por el que se puede ver, el fondo puede ser rojo. Está dividido por una forma de dos colores. Una de las dos partes toca una llama teñida de oro, que a su vez está detrás de los movimientos azul ultramar y rojo brillante. El área es palpable, las abolladuras como olas se sienten como rocas resbaladizas. Líneas agudas que se repiten, largas, cortas, gruesas, estrechas y débiles. Recogen, tocan y perturban. Si miras un poco a la izquierda, ¿lo ves? Y esa línea lo cambia todo.
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