Inspirado en Klimt

Figura principal del movimiento Art Nouveau, el pintor simbolista austriaco Gustav Klimt es hoy uno de los pintores más caros del mundo. Nacido en 1862, su obra le valió un gran éxito en vida antes de su muerte en 1918. Klimt desempeñó un papel fundamental en el movimiento de la Secesión de Viena (que significa "separación"), organizando varias exposiciones a lo largo de los primeros años del siglo XX que reunieron a un colectivo de artistas con ideas afines. Klimt es conocido por sus murales, bocetos y cuadros como El beso (1908), pintado en la década anterior a su muerte, y Judith y Holofernes (1901) son mundialmente conocidos. En 1888, gracias a su talento artístico, Klimt recibió la medalla de oro al mérito artístico de manos del mismísimo emperador austriaco Francisco José. 

Para documentar el carácter de Klimt: fue un artista comprometido, un decidido antiacadémico (que deseaba acabar con la separación entre las artes mayores y las decorativas) y un amante de las mujeres. Como sugiere su obra, Klimt adoraba el cuerpo femenino, del que se inspiraba sin cesar para sus representaciones eróticas. Tuvo muchas relaciones amorosas sin llegar a casarse y tuvo 14 hijos ilegítimos en su vida. Su obra fue tachada de pornográfica por sus críticos debido a la ruptura de su estilo con la tradición.

La obra de Klimt es tan alegórica y rica en referencias figurativas como rica en colores y llamativos tonos dorados. Para desarrollar su técnica de orfebrería -sinónimo de obra de su etapa dorada-, Klimt se inspiró en los mosaicos bizantinos, como los de la Basílica de Santa Sofía de Estambul. El uso del pan de oro es una característica importante de su obra y es un rasgo artístico que ha sido muy reproducido ya que otros artistas siguen su estilo. Algunos artistas, como Derek Gores, Jacqueline Carcagno y Sebastien Arts, siguen los pasos de Klimt y encarnan el fuerte sentido de la ornamentación y el color del gran maestro. Eche un vistazo a estos artistas modernos inspirados en la Secesión vienesa.