Río primario, o la rebelión subjetiva del color.
Cuando me acerco a una pintura de Orlando Alandia puedo ver cómo habla honestamente sobre su proceso: capas, transparencias, rayas, suaves pinceladas, pigmentos brillantes o mates. Claramente no hay un objetivo definido desde el principio o un plan estricto. El proceso es la obra de arte y simultáneamente la obra de arte es una consecuencia del proceso. La relación de Alandia con la arquitectura se encuentra dentro de la estructura constructiva, una estructura de pensamiento como actividad fundante de la cultura; ya la vez fundamento y sostén de la propia obra de arte, la red dentro de la cual podemos encontrar el tejido de donde todo se origina. Es entonces cuando me doy cuenta de la estrecha relación que existe entre su obra y los antiguos textiles andinos. Es allí donde encuentro la unión con el movimiento “Der Blaue Reiter” no como una mera referencia, sino como un puente, un vínculo conceptual que se desarrolla a lo largo del tiempo y funda eso que llamamos cultura. No puedo pensar en un estilo definido que pueda rodear las obras de Alandia, en cambio pienso en los conceptos universales que trascienden lo próximo, o viceversa, un descubrimiento de la esencia divina del universo que se revela en las capas subjetivas de color y pictóricas. materia donde la forma se abre como terreno fértil. Esta rebelión subjetiva del color en la obra de Orlando Alandia nos habla de manera vívida, honesta y actual sobre nuestro mundo contemporáneo y el enredo que lo contiene, un tejido infinito muy parecido al Altiplano Andino. Un cuerpo de trabajo indispensable.
(Por Alejandra Dorado Cámara Artista visual y curadora)
Leer más