Trompe-l’œil

Trompe-l'œil (engaña al ojo) tiene un nombre muy apropiado. El objetivo de este género pictórico es engañar a los ojos del espectador y hacerle cuestionar la posible tridimensionalidad de la obra. Las obras en trampantojo tratan de representar sus temas de la forma más realista posible. Para ello, juegan con la perspectiva, la profundidad y el contraste para crear ilusiones ópticas que confunden al espectador y le hacen cuestionar su percepción de la realidad. A menudo, el efecto creado por el trampantojo consiste en dar volumen a un objeto plano, o en hacer que un objeto sobresalga del marco para mostrar que el cuadro dentro del cuadro era en sí mismo falso, como en Fuga de la crítica, de Pere Borrell del Caso.

Las huellas del trampantojo se remontan a la antigüedad, sobre todo en la representación de los frescos. Se utilizaban para hacer que una habitación pareciera más grande añadiendo una falsa ventana o un pasillo. Una antigua historia griega cuenta cómo dos artistas compiten entre sí en la realización de obras de trampantojo.

El género ganó popularidad durante el Renacimiento, cuando se utilizó para dar más altura a los techos. Fueron artistas barrocos como Jean François de le Motte, Dominique Doncre y Louis-Léopold Boilly quienes lo desarrollaron como género. El trampantojo sigue siendo un género muy popular hoy en día, y muchos artistas contemporáneos famosos siguen adoptándolo. El género es especialmente popular entre los entusiastas del arte callejero, ya que la calle ofrece muchas posibilidades para distorsionar la perspectiva y crear la ilusión de verdad. Es el caso de JR, conocido por sus impresionantes trampantojos en las calles. A través de la anamorfosis, crea ilusiones de relieve, abismos, lágrimas... A su imagen, Artsper le ofrece una selección de obras de trampantojo, que le sorprenderán por su realismo.