Rodolfo Franchi

La singularidad de la obra de Rodolfo Franchi viene subrayada por su capacidad para realzar e incluso desviar objetos y circunstancias cotidianos de su función original, para poner un marco a un lugar existente, para abrir una ventana donde no la hay. La cita de Cicerón «Los ojos son el espejo del alma» encaja perfectamente con el trabajo de este fotógrafo, que sugiere que el principio de una imagen de éxito es una combinación de esteticismo, rigor gráfico y la iluminación adecuada.

La base del enfoque artístico de Rodolfo Franchi es fruto de sus años de trabajo con haluro de plata y de las exigencias de disparar para impresiones de gran formato. Influido por fotógrafos como Chema Madoz, Ralph Gibson, Gilbert Garcin y Saul Leiter, el artista prosigue su investigación en el estudio o en exteriores, extrayendo sus ideas del surrealismo y del absurdo, a menudo teñidas de fría poesía.

Rodolfo Franchi se apasionó por la fotografía en su adolescencia, y comenzó a componer sus primeros retratos y reportajes fotográficos. Naturalmente, se formó en la escuela de fotografía y técnicas de la imagen CE3P de París. En particular, descubrió la belleza de las impresiones en blanco y negro.

Tras su formación profesional, Rodolfo creó su propio estudio fotográfico, donde lleva varias décadas fotografiando bodegones para clientes corporativos y privados. Al mismo tiempo, nunca ha dejado de crear sus series fotográficas artísticas. La obra de Rodolfo Franchi se encuentra en colecciones privadas de Francia.