La exposición de Rachel Wolfe de su reciente fotografía de paisajes sirve como un antídoto perfecto para la turbulencia y las dificultades experimentadas en muchas partes del mundo. La dignidad humana no tiene que saborearse en pequeñas dosis escapando de la violencia de la guerra, el malestar social o simplemente sobreviviendo a la crisis del costo de vida. Una sensación de calma espiritual impregna las fotos del fotógrafo nórdico/estadounidense. La vasta extensión y el dramatismo de los paisajes transmiten simultáneamente una sensación de insignificancia de la existencia humana individual y la experiencia de trascender las limitaciones de la vida cotidiana mundana.
Leer más